EL TANGO, COMO LA VIDA, ES UNA CARRERA DE FONDO

Los que entraron a buscar pareja, dejan cuando la encuentran.
Los que entraron después de ver una película para saltar por los aires y vivir su sueño y tener su propia estrella, abandonan cuando el tango se les presenta algo aburrido y carente de encanto, al no abordar contenidos como ganchos ni movimientos espectaculares en las primeras clases.
Los que entraron porque pensaban que era una materia pendiente que tenían en su lista de cosas que hacer en su vida, lo dejarán cuando hayan pasado algunos meses.
Los que soñaron que el día de mañana haría una coreografía de tango en un escenario, lo dejaran cuando se les presente la oportunidad de presentarlo en las fiestas de su pueblo.
Los que entraron para obtener más protagonismo, lo dejarán cuando se les presente otra actividad donde consigan aún más.
Los que entraron pensando que la pasión se les iba a despertar apenas entren en la sala, dejarán después de un tiempo, cuando sin darse cuenta de que la pasión es un proceso interno que no se busca, no llega a florecer.
Los que entraron porque sus amigos bailaban tango, dejarán cuando estos no puedan continuar.
Los que entraron por cualquier motivo, y se dieron cuenta de que la sensación de flotar, de que la complicidad de pareja puede ser plena, de que en ningún baile como este se llega a un umbral tan alto de creatividad, pasando por encima de la belleza estética, las luces, los flashes, etc. Ellos, se quedarán.

Guillermo Alvarez

1 comentario:

Luz Edith C dijo...

Estoy de acuerdo con el comentario. Es más, cuando descubres el tango puedes sentir que embriaga de tal manera tu espíritu que sientes que supera muchas de tus anteriores pasiones. Quizás por lo inahaprensible, que hace que entre mas lo conozcas más conciencia tengas de todo lo que falta por conocer de esta danza. Nunca se deja de aprender en el tango, es infinito, no se puede decir que ya lo dominas y siempre descubrirás nuevas posibilidades. Luz Edith Cáceres